Las balatas, también conocidas como pastillas de freno, son un elemento indispensable en el sistema de frenado de un vehículo. Su función es generar la fricción con el disco de frenado de las llantas del carro por lo que es importante reemplazarlas cuando estén desgastadas para garantizar que el vehículo se puede detener de manera segura y eficiente. En el mercado existen 4 tipos de balatas ya sean delanteras y/o traseras: -Orgánicas: Hechas con fibras no metálicas, este tipo de balatas reducen el ruido y la transferencia de calor. -Semi Metálicas: Están fabricadas con una mezcla de acero, hierro y cobre por lo que son más rígidas y resistentes a altas temperaturas. -Metálicas: Compuestas por la unión de metales a presión, son obsoletas al tener un menor desempeño contra otros tipos de balatas. -Sintéticas o Cerámicas: Son de fibra de vidrio y un polímero sintético muy ligero y resistente. Son durables y se destacan por su fortaleza y capacidad de reducir el calor generado al frenar. Aunque no hay un estándar establecido por fabricantes o tipos de balatas, estas pueden durar de 45 mil a 50 mil km o más, dependiendo del uso y el tipo de vehículo.